Gestiona un familiar tóxico. Fortaleza emocional aplicada.

Recuerdo una conversación con cliente que me decía que odiaba las Navidades por un solo motivo: el de tener que compartir mesa con su hermana. Este cliente había tenido la mala suerte de tener una hermana tóxica, cosa que por otro lado es bastante frecuente. Durante todo el año no coincidían en ninguna ocasión, pero llegadas las Navidades no le quedaba más remedio que compartir mesa con ella y así poder ver a su madre feliz.

Nada más sentarse en la mesa todo eran reproches hacia su persona. Que si estás más calvo, que si estás más gordo y así hasta completar toda la comida, postres incluidos.

A partir de esta consulta decidí grabar un vídeo con los mismos recursos que compartí con él. Espero que te sirvan de ayuda para poder gestionar a familiares tóxicos estas Navidades.

Víctimas del odio

52. victimas del odioNingún niño nace odiando. El odio es una emoción aprendida, una actitud que se inculca, una emoción que, citando a Stendhal, nace de la diferencia. Viendo las noticias, la falta de valores y los conflictos que sufrimos, parece que nos esforzamos en que los niños acaben siendo maquinas de odiar a sus semejantes.

El odio es una emoción que nace de la unión de la ira y de la focalización en una persona o colectivo. Para poder sentir odio debemos cognitivizar la ira, es decir, que el odio no es una emoción básica, sino que es una emoción compleja que requiere de una elección consciente de un foco sobre el que dirigir nuestra ira. Continuar leyendo «Víctimas del odio»

Gestiona tu ego

51. gestiona tu ego¿Tienes a tu ego bajo control? ¿No? ¿A qué esperas? Aprende a gestionar tu ego o vas a tener y a provocar muchos problemas.

Si tienes dudas acerca de tu presunta egolatría te animo a que te pongas ante un espejo. Mírate durante unos minutos. Obsérvate despojado de tus posesiones. Mira tus propios ojos, tómate un tiempo a solas contigo mismo. Focalízate en tus ojos y en tu mirada. Mírate, dices mucho más con tu mirada que con tus palabras, logros, tarjetas, títulos, compañías o posesiones.

Detrás de un ego descontrolado suele haber un complejo de inferioridad, problemas de autoestima o una necesidad continua de reconocimiento. ¿Es tu caso? Si es tu caso te animo a que sigas leyendo. Las personas dominadas por su ego son esclavas del reconocimiento sea real o aparente; pero es más, los ególatras se precipitan en sus juicios, se equivocan más, justifican sus errores y menosprecian a las personas que les rodean.

Créeme, gestiona tu ego, porque si no lo haces tú, vendrá cualquier avispado a gestionarlo por ti. Nada te hace más vulnerable que necesitar poder y reconocimiento

Créeme, gestiona tu ego, porque si no lo haces tú, vendrá cualquier avispado a gestionarlo por ti. Nada te hace más vulnerable que necesitar poder y reconocimiento; ya que para sentirte importante serás capaz de mentir, confiar en quien no debes y utilizar tu pequeña parcela de poder de una manera perversa. Hay millones de personas expertas en fabricarte y ofrecerte el traje del emperador que necesitas. ¿Recuerdas la ilustrativa fábula?

Gestiona tu ego, serás más feliz y, lo más importante, serás libre. Si eres capaz de controlar tu ego te liberarás de las cadenas de la necesidad continua de aparentar y de ser reconocido

Gestiona tu ego, serás más feliz y, lo más importante, serás libre. Si eres capaz de controlar tu ego te liberarás de las cadenas de la necesidad continua de aparentar y de ser reconocido; dormirás en paz, no necesitarás tener el mejor coche, la casa más grande, la pareja más espectacular, la adulación de tus empleados, el reconocimiento de tus padres y la admiración de las personas que te rodean a cualquier precio.

Si ganas en humildad y humanidad te sentirás mejor, créeme, empieza a gestionar tu ego antes de que sea demasiado tarde. La admiración que consigues es efímera y en muchas ocasiones aparente y superficial. Cambia de estrategia. Disfruta, sonríe. Estoy elaborando una teoría. Algún día me pondré a investigarlo en profundidad, pero de momento tengo la impresión de que la gente que sonríe más, pero la que sonríe sinceramente, es menos agresiva, más respetuosa, vive más feliz, descansa mejor y es más respetada. Ah quizás el problema es este, quizás estés confundiendo respeto con admiración. La admiración se puede comprar el respeto no.

Siguiendo con mi teoría, creo que estoy confirmando que las personas que tan solo piensan en ellos y en como hacer que el mundo gire a su alrededor, se sienten más infelices, son más agresivas, más intolerantes, buscan el conflicto, se sienten más solas y necesitan más bienes materiales para conseguir momentos de aparente felicidad que consigan compensar su incapacidad para vivir la vida de una manera constructiva, prosocial y solidaria.

Hazme caso. Gestiona tu ego. Ponte ante el espejo y mírate a los ojos. Después sal a la calle y mira humildemente a tu alrededor. Mira a las personas que tienes cerca a los ojos. Míralos y gánate su respeto…