Jueves 19 de julio – De soletes va…

Hoy hemos ido esquivando la tormenta o quizás la tormenta ha ido esquivando a Esther.

Esther nos dijo que nos traería el sol de Murcia y hoy ha sido un claro ejemplo durante algo más de 24 kilómetros… Haberlas hailas, pero a diferencia de lo que creemos, no las busques en Galicia ya que quizás estén en Murcia…

Pues Esther nos ha garantizado sol y así ha sido. Me encantaría poder tener esa habilidad de Esther para poder ayudar a esos soles de personas que no saben que lo son a brillar.

Hoy he caminado junto a un sol que no sabe que puede brillar y temperar corazones afligidos e iluminar e inspirar a corazones receptivos.

Estamos necesitados de soletes, de personas que nos inspiren y ayuden, personas que de la misma forma que el astro rey, no saben que son soles, personas que iluminan desde su humildad sin saber que el mundo sin ellas sería un lugar peor.

Soles a los que intentan eclipsar nada más empezar a brillar. La inseguridad, el miedo y la mediocridad provocan que en vez de tratar de aprender de un solete humano, nos dediquemos a tratar de eclipsarlos.

Qué cultura la nuestra que penalizamos lo extraordinario y nos regodeamos con lo mediocre… Qué actitud tan funesta la de creerse superior e ir tratando a los demás como si fueran de otro nivel…

Pues caminando de la mano de un solete y bajo el sol bienvenido del camino hamos pasado por anchos caminos, pero también por estrechos. Hemos subido y bajado, incluso hemos cruzado la vía de un tren. Hemos tenido que decidir qué camino tomar en dos momentos diferentes y hamos bajado por una pendiente de roca resbaladiza para poder llegar a Portomarín.

A veces ancho, a veces estrecho, pero siempre imperfecto, hemos recorrido un camino que merece la pena recorrer, sin duda. Un camino testigo de millones de conversaciones, un camino inspirador y realizador, un camino que merece ser caminado al lado de un solete inspirador del que aprender…

Gracias…

Nota: Queridos peregrinos que hacéis pipí en el camino, una opción muy interesante es cargar con una pequeña bolsa en la que recoger el kleenex o la toallita utilizada… Querida peregrina que delante nuestro te has limpiado las botas de barro y has tirado la toallita en el camino, intenta dejar el camino tan limpio como tus botas…

Queridos peregrinos, intentemos pasar por el camino sin dejar huella…

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