No te creas todo lo que te digan. Hay personas que hablan por hablar. Son fáciles de reconocer. Suelen ser personas impulsivas que carecen de un filtro entre su proceso de pensamiento y sus verbalizaciones. Todo lo que les pasa por la cabeza viaja directamente hasta sus cuerdas vocales, sin pasar por el tamiz social, sin pensar, sin valorar la adecuación de su contenido.
Pero también hay personas que hablan con una intención. En determinadas ocasiones podemos observar unas nobles intenciones; pero no olvides que también hay personas malintencionadas e incluso personas con intenciones tóxicas camufladas bajo una falsa amistad, altruismo o buenas intenciones. De hecho te animo a que aprendas a contextualizar los mensajes que recibes teniendo en cuenta a la persona que lo dice y la motivación que tiene para decirlo.