Nuestra próxima sesión de esquí coaching será en gran valira. El sector de soldeu es ideal para disfrutar esquiando, trabajando y terminar el día con una sesión de spa en sporthotel… Ademas estamos cerca de pas de la casa, el lugar donde he comido el mejor arroz de montaña… En ocasiones no es tan complicado adquirir una nueva habilidad, mejorar una competencia o adquirir perspectiva para poder analizar mejor los problemas…
primera sesión de esqui coaching de la temporada
Con un día fantástico y unas condiciones de nieve ideales hemos estado esquiando y trabajando con un objetivo: Entender mejor a la pareja.
El objetivo de nuestra protagonista era el de imprimir un giro positivo a su relación de pareja. Hemos estado analizando los estilos de comunicación, el nivel de confianza, el índice de match de la pareja y el potencial de desarrollo.
Hemos definido unos objetivos individuales y le he dado recursos para que plantee conjuntamente con su pareja unos objetivos comunes.
Finalmente le he dado herramientas para poder ejercer una comunicación influyente de calidad y para poder redefinir el escenario de la pareja… Y todo ello sin parar de esquiar en un fabuloso día soleado. Bueno si, hemos parado para comer, un delicioso arroz de montaña, y hemos elaborado las conclusiones y definido el plan de acción.
Ahora toca preparar el proceso de nuestra próxima reserva para ayudarle a conseguir su objetivo: Mejorar la relación con su equipo de trabajo.
Necesitados de Monty Python
En menos de 45 segundos se agotaron las 20.000 entradas para ver a los Monty Python en su regreso a los escenarios. En tan solo 45 segundos. Estamos necesitados de Monty Python. Necesitamos su humor surrealista, crítico y basado en lo absurdo. Necesitamos reírnos con ellos y ver como se ríen. Y es que el humor y la hilaridad tienen numerosos beneficios para la salud, para nuestra mente e incluso para nuestra vida social.
Disponer de un buen sentido del humor nos proporciona salud mental y psíquica. El humor es como un masaje para nuestro cerebro, lo relaja y lo estimula a la vez. Como decía William James, la felicidad puede provocar una sonrisa así como una sonrisa puede conducir a la felicidad. Dedica un tiempo a reír. Busca tu sonrisa en la filmografía de los Monty Python, en los monólogos de Andreu Buenafuente, en la sonrisa de Pepe Rubianes, en la sobreactuación de Jim Carrey, en la ironía de Chaplin, en el absurdo de Mr. Bean, en los dobles sentidos de Gila, en la parsimonia de Eugenio, en la plástica de Tricicle o en lo que te apetezca.
Ríe. Porque si te ríes ganarás en flexibilidad cognitiva, resolverás mejor los problemas, serás más creativo, mejorarás tu memoria, desarrollarás tu capacidad de reflexión, planificarás de una manera más eficaz, será más compasivo, mejorará tu disposición para ofrecer tu ayuda, mejorarán tus relaciones sociales, te comunicarás más y mejor, aliviarás la tensión y podrás afrontar mejor la adversidad. Ríe, no lo dudes.
La ley Botella
Mientras preparo una charla sobre gestión del riesgo intento buscar ejemplos actuales que ilustren las consecuencias de asumir un riesgo innecesario. Al analizar los motivos por los que nos equivocamos me doy cuenta de que en muchas ocasiones sobrevaloramos nuestras propias capacidades. El exceso de confianza provoca que nos precipitemos asumiendo riesgos evitables y que realicemos análisis parciales, incompletos, poco fiables y de escasa validez.
En otras ocasiones erramos infravalorando la probabilidad de ocurrencia de los riesgos temidos. En definitiva lo que estamos haciendo es distorsionar la realidad adaptándola a nuestros deseos y objetivos.
Si repasamos la actualidad encontraremos numerosos ejemplos que confirman lo que las teorías psicológicas nos proponen, como en los casos de corrupción destapados últimamente o en el proceder de la banca en lo referente a gestión de préstamos y preferentes.
La mejor decisión de Wert
Leo un titular que anuncia la dimisión del ministro Wert. Parece ser que no puede soportar más la presión a la que se ve sometido. Al indagar más sobre el tema veo que se trata de una noticia falsa y después de superar la decepción inicial me empiezan a invadir multitud de preguntas. ¿Podría dimitir el Sr. Wert? ¿Sería una buena decisión? ¿Cómo debe tomar las decisiones el Sr. Wert? El Sr. Wert goza de una fama que le precede en tanto a la toma de decisiones. Aparentemente se precipita, se desdice y le corrigen desde Europa. Pero me cuesta creer que el ministro de Educación, Cultura y Deporte no sepa tomar decisiones. Es más, estoy convencido de que se ha entrenado específicamente para ello. De hecho, si ha llegado a ser ministro ha sido, en gran medida, por las decisiones que ha ido tomando a lo largo de su vida profesional.
Cada día tomamos miles de decisiones, así que quizás les interese conocer el siguiente protocolo para tomar decisiones eficaces. Permítanme que en primer lugar les explique el procedimiento con el objetivo de hablar el mismo idioma en el momento de analizar las decisiones del Sr. Wert. El punto de partida para poder tomar una buena decisión es un exquisito y detallado análisis del contexto que enmarca la decisión, con el objetivo de obtener información válida y fiable que guíe el resto del proceso. Lógicamente, cuanta mayor responsabilidad, o mayor sea el impacto de las consecuencias de una decisión, más debemos invertir en analizar el contexto. Continuar leyendo «La mejor decisión de Wert»
Que no sufra Bárcenas
Leo con tristeza unas declaraciones sobre los perjuicios que está sufriendo Luis Bárcenas a nivel personal, familiar, profesional, social y psicológico. No he podido evitar sentir compasión. Al fin y al cabo mi trabajo consiste, en gran medida, en aliviar el sufrimiento. Créanme cuando afirmo que conozco muy bien el sufrimiento humano y sus consecuencias. A lo largo del día veo a muchas personas que están sufriendo. Algunas las conozco, otras muchas no. Las veo en el metro, por la calle, en la panadería, esperando en el colegio para recoger a sus hijos…
Resulta muy fácil identificar a las personas que están sufriendo. Se puede ver en su caminar lento y arrastrado, en sus hombros caídos, en su aspecto dejado, en su pelo sin arreglar, en su barba sin afeitar, en sus ojos tristes y cansados, en el gesto torcido de su boca o en las arrugas de su frente.
Seguro que tú también puedes reconocer a una persona que está sufriendo, es más, estamos programados para poderlas identificar y para que despierten nuestro instinto más compasivo. Incluso es posible que tú seas una persona que está sufriendo ahora mismo por la situación económica y social en la que nos encontramos.