La culpa del accidente de Germanwings no fue de la depresión de Andreas Lubitz. Muy posiblemente la depresión de Andreas no era la causa de sus problemas; sino que más bien era la consecuencia de la suma de pequeños grandes problemas.
En el día a día no prestamos atención al efecto negativo y acumulativo que tienen las pequeñas frustraciones. No tenemos ni idea de fijar expectativas, es más, muchas de ellas ni tan solo son nuestras, sino que las heredamos de nuestros padres, ídolos o sueños románticos. Somos completamente ineficientes tomando decisiones, nos dejamos llevar por el deseo y el miedo, contaminando nuestros pronósticos y creando un futuro irreal. Continuar leyendo «No fue la depresión de Andreas Lubitz»