En defensa de los (buenos) libros de auto-ayuda

No puedo empezar este artículo sin hacer una confesión, o dos. He de confesar que durante mucho tiempo huía de los libros de autoayuda como quien huye del diablo. Era una especie de odio aprendido que me llevó a hacer una conclusión (precipitada) sobre el género.

Tengo muy claro de dónde nació ese odio: de la misma facultad de psicología. Yo estudié en una universidad que apostaba por la psicología más científica. Llegué a estudiar hasta ocho asignaturas relacionadas con la metodología científica, el diseño de estudios o el procesamiento estadístico de los datos.

Era un imberbe, joven e ingenuo psicólogo que admiraba a sus profesores y que navegaba por la credulidad del neófito en una materia que se me hacía inabarcable. La psicología es ciencia, oía una y otra vez y hoy, más de veinte años después, sigo creyéndolo. Cuando hablamos del sufrimiento ajeno, todo rigor en el tratamiento es poco. Las aventuras las tengo en las montañas, con las personas con las que trabajo sólo quiero ciencia, respeto y rigor.

Tal fue la influencia de mis profesores que decidí inscribirme en una asignatura que nos enseñaba a realizar publicaciones científicas. Era una asignatura extraña en la que aprendimos la liturgia que se tiene que hacer para citar a un autor entre otros muchos métodos y protocolos.

Eso quedó ahí, en mi memoria, guiándome siempre en la elección de los libros que leía. Nada de auto-ayuda, solo estudios científicos y ensayos.

Pero poco a poco, uno va madurando y adoptando otros puntos de vista. Núria, mi mujer, suele ser la encargada de comprar libros con una rutina que ya ha pasado de madre a hija. A Núria le encanta ir a la casa del libro de Paseo de Gracia o a Alibri, la antigua librería Herder de la calle Balmes, tres o cuatro veces al año y realizar una compra de libros.

Le encanta pasear entre los estantes, coger y ojear los libros, leer páginas al azar y explorar nuevos autores y temáticas. Resulta muy gracioso ver cómo Alicia hace lo mismo. Yo en cambio, soy más comodón. En general no me gusta ir de compras, sea lo que sea, así que desde mi ordenador, compro los libros que necesito. Como un francotirador, voy directo al libro que quiero, explorando más bien poco.

Pues nada más ir a vivir juntos, ya hace 16 años, se nos planteó el dilema de cómo organizar la biblioteca de casa. Fue una tarde interesante, sin duda, que se alargó por varios días. Me entretenía ojeando los libros de Núria mientras ella me iba comentando. Ese no te lo leas, no tiene nada interesante, bueno sí tal concepto. Ese va de neuronas espejo, ese sobre la intuición, ese sobre la autoestima. Lo cierto es que descubrí una gran cantidad de temas y de aproximaciones a determinados temas, que me sorprendió muy gratamente. Ese y no otro fue mi primer contacto con los libros de divulgación y de auto-ayuda.

Tozudo como soy, después de discutir un rato sobre el tema y sobre lo importante que es el rigor científico cuando estamos hablando de la salud mental de la gente, llegué a la conclusión de que había libros científicos, libros de auto-ayuda y libros de divulgación.

El destino quiso que varios años después, concretamente en el 2015, Planeta decidiera publicarme un libro, mi primer libro, Fortaleza Emocional. Estaba muy contento, pero había un tema que me escocía un poco. Lo he llevado en secreto hasta hace poco, pero me molestaba que mi libro estuviera expuesto en las estanterías de auto-ayuda. Lo sé, lo siento, no podía hacer nada, era superior a mi.

Cuando me preguntaban sobre el libro siempre solía contestar algo así como que mi libro era muy técnico para ser de auto-ayuda, pero muy divulgativo para ser técnico y en esa clasificación alternativa era feliz.

El libro salió publicado en abril y en mayo ya tenía una gran cantidad de correos de lectores anónimos explicándome que el libro les había resultado de gran ayuda. Fue una sensación bonita y extraña, extraña por lo desconocido, una vez más, me adentraba en una nueva práctica profesional, disfrutando de la experiencia y analizándolo todo. ¡Todo era nuevo para mí!

Pasaron los años y en 2017 publiqué mi segundo libro, Kintsukuroi, el arte de curar heridas emocionales. Hoy he de reconocer que el planteamiento de mi segundo libro fue completamente diferente del primero. Para mí, Kintsukuroi, fue diseñado específicamente como un libro de auto-ayuda.

De los miles de lectores con los que he establecido contacto he aprendido algo: que el libro les ha sido de utilidad, que les ha ayudado y que si les había ayudado era por diferentes motivos. Algunas personas no podían ir al psicólogo, bien por falta de recursos, bien por falta de psicólogos, bien por miedos y estereotipos; otras personas no necesitaban al psicólogo pero necesitaban aprender y entender algunos procesos psicológicos básicos y algunas personas deseaban realizar un proceso introspectivo en la intimidad, en clave autodidacta.

Así, con este marco conceptual recogido a partir de las interesantes y desinteresadas aportaciones de mis lectores, decidí, por primera  vez en mi vida, hacer un libro de auto-ayuda, sin importarme en qué estantería estaría expuesto o qué sello lo iba a publicar.

Hoy, volviendo la mirada atrás, me doy cuenta de que los libros de divulgación a los que me refería, en realidad, eran buenos libros de auto-ayuda. No ha sido fácil asumirlo, ha requerido de un proceso madurativo, de romper barreras y esquemas y de ser más flexibles con mis grandes dogmas… Dogmas… creo que ya no me queda ninguno…

Bueno el caso es que llevaba días con ganas de compartir con vosotros mis reflexiones sobre el tema, especialmente a partir de un comentario de Andreu Buenafuente que circuló por las redes. Buenafuente, persona a la que respeto y admiro profundamente y él ya lo sabe, dijo que una cena con su banda de música era más efectiva que un libro de auto-ayuda, cosa que creo que es cierta si lo matizamos un poco.

No dudo lo más mínimo de que una cena con su banda sea infinitamente mejor y que le reporte mucho más bienestar que un mal libro de auto-ayuda. Ahora bien, hay varias consideraciones a realizar. La primera, quizás la más importante, la que más urge, es la de definir qué es un buen libro de auto-ayuda.

Ésta es una empresa compleja, sin duda, así que me permitiré compartir con vosotros los criterios que utilizo yo para decidir qué libro leo y cuál no. A priori, cuando elijo un libro, empiezo por el autor. Hay autores que tienen el cielo ganado por dos motivos, o bien por su rigor profesional y científico o bien por su capacidad para inspirarme.

Amigos míos, aquí está mi gran clasificación de los libros de autoestima, los que inspiran y los que enseñan. Los que enseñan son buenos a nivel de contenidos. Los que inspiran están escritos por personas que tienen una historia que contar, una historia que me puede inspirar y movilizar. El problema con los primeros es que a veces la calidad expositiva es algo compleja, el problema con los segundos es que te puedes encontrar con una persona que predica una cosa pero hace otra.

Aquí, sin darme cuenta, acabo de explicar uno de los criterios más importantes, para mi, para descartar un libro. Algunos autores venden su alma al diablo por un minuto de gloria y son capaces de explicar auténticas barbaridades con tal de tener notoriedad y prensa.

Yo, con perdón, creo poco en gurús, ya que la experiencia me ha mostrado, que muchas de las grandes gestas relatadas o de esos estilos de vida tan interesantes, en realidad, están corregidos, aumentados, fabulados o distorsionados. Nunca olvidaré como me sorprendí al compartir mesa con una gurú de la comida sana para deportistas que colgaba en las redes fotos de platos que no llegó a probar mientras se comía un plato repleto de golosinas, después de una copiosa y poco sana comida pantagruélica.

Querido, querida, cuando quieras leer algo inspirador, elige lo sencillo y lo coherente. Si te están hablando de felicidad, mira a la cara de su autor.

Si me permites que abra un paréntesis te diré que te plantees la idea de abandonar la búsqueda de la felicidad, o, por lo menos que redefinas el concepto que tienes de felicidad. He colgado un vídeo en mi canal de Youtube en el que explico con más calma que es mejor buscar pequeñas alegrías que una gran felicidad. La felicidad, por definición, es efímera, ya que si fuera un estado perenne, dejaríamos de comer, de amar, de hacer cosas, hasta morir por su perversa consecuencia saciadora.

Eso sí, busca la alegría e incorpórala; pero si me lo permites, yo escribo para darte herramientas para que seas fuerte y para que tengas recursos para gestionar el día a día con todas sus bellezas y sus miserias. Bajo mi punto de vista, cuando te sientes fuerte, te sientes seguro y si te sientes seguro, posiblemente, sientas algo más cercano a ese constructo artificial y romántico llamado felicidad. Dicho esto, vuelvo a centrarme.

Hay libros que enseñan, son mis preferidos. Lo ideal es que te enseñen algún concepto de manera clara y que te ayuden a asimilarlo, comprenderlo y a transferirlo a tu realidad. Eso no es nada fácil, pero algunos, con un poco de esfuerzo por parte del lector, lo consiguen.

Ante un problema podemos hacer tres cosas. La primera es atacar al origen del problema. Esa siempre es la estrategia de elección. Una cena con la banda de música compensa las consecuencias del problema, pero a la mañana siguiente, el problema seguirá estando ahí. A veces, algunos libros nos ayudan a comprender el problema, nos dan fuerzas para tomar algunas decisiones o como mínimo nos permiten analizar el problema con cierta perspectiva. Mi experiencia me dice que, mención a parte de trastornos mayores, la mayor parte de personas sufren por decisiones que no toman, por la acumulación de problemas no resueltos, de expectativas no cumplidas o de frustraciones no gestionadas. Sí, es cierto, es posible que durante esa cena, una conversación nos permita ganar esa perspectiva. En este caso, sin duda, que será una cena muy provechosa… Pero queridos, Buenafuente, es joven, guapo, famoso y da trabajo, pero una persona sin todas esas virtudes o que simplemente esté deprimida o angustiada, no es una compañía grata, por lo que posiblemente, no encuentre con quien ir a cenar.

Lo segundo que podemos hacer es incidir en las consecuencias del problema, generalmente en clave de compensación temporal. Aquí es donde entran en juego cenas, runnings, juergas, excursiones, caprichos, etcétera. No es una mala alternativa, pero tiene un problema, que genera dependencia y tolerancia, cada vez necesitamos más, ya que los problemas que no se gestionan, crecen y se complican. A veces, solo a veces, y estoy pensando únicamente en temas de salud, no podemos hacer nada por incidir en el origen del problema. Para el resto de situaciones, basta con tener el valor para tomar una decisión que no queremos tomar, aprender algo que no nos damos cuenta o asumir aquello que pretendemos negar.

Finalmente, la tercera opción es la de redefinir el problema y aquí es donde sucumben muchas de las ilusiones de una vida feliz. Redefinir un problema es algo así como adoptar un nuevo punto de vista sobre el problema. Por ejemplo para mi, dar charlas en público no puede ser un problema ya que es una consecuencia de mi trabajo. Como problema me bloquea, como consecuencia me advierte de que debo preparármela muy bien. Trabajar con niños no puede ser un problema para un profesor y si no puede gestionarlo ni redefinirlo quizás deba dejar de hacerlo.

Pero querido lector, la realidad es muchos autores confunden la redefinición de un problema con el autoengaño o la banalización con frases como no es para tanto, hay quien está peor o ignora lo que te pasa y el destino se conjurará para darte una solución, como si Campanita fuera a esparcir polvo de hada sobre tu problema.

Pero a pesar de todo lo que te he explicado, a veces me puede la curiosidad, erro en mis valoraciones o confío en la recomendación de una persona y empiezo a leer libros de autoayuda que, una vez empezados, me doy cuenta de que no pasan ese filtro, especialmente aquellos que no son más que un refrito de conceptos, un compendio de teorías pseudocientíficas o una tomadura de pelo repleta de palabras que suenan bien pero que están vacías de contenido. Pues nada, si es el caso, paso a leer en diagonal a la búsqueda y captura de algo interesante que me siga motivando, pero si no es así, pues ejerzo mi libertad individual a dejarlo a medias.

Dejar un libro a medias no es ningún pecado. Tu tiempo es valioso y escaso como para perderlo en algo que no merece la pena.

Insisto, por si no ha quedado claro, hay problemas y situaciones que ningún libro podrá solucionar… pero para el resto, como dijo Emerson, la lectura de un libro ha hecho la fortuna de un hombre, decidiendo el curso de su vida.

 En conclusión, decir que no te gustan los libros de auto-ayudaes como decir que no te gustan las comedias. ¿Cuántas comedias buenas se hacen al año? ¿Cuántas obras de teatro se hacen buenas al año? ¿Cuántas series buenas emite Netflix? ¿Cuántas novelas buenas se hacen al año? ¿Cuántos programas de televisión se hacen buenos al año?

Carta para los nuevos psicólog@s

Hoy tenía previsto dar una charla en un acto de graduación para psicólogos en Madrid. Debido al parón general organizado en Catalunya como protesta a la violencia vivida el pasado domingo he tenido que anular mi asistencia, igual que a otros actos que tenia previsto.

Como me sabía fatal no asistir a este acto organizado por los propios alumnos con mucho esfuerzo y dedicación les propuse enviar un vídeo con mi charla. Pero lo cierto es que no he tenido ánimo y les he enviado esta carta para que la leyeran si lo tenían a bien.

Una parte de los organizadores han juzgado que querían eliminar un trozo de la carta que a su entender tenia contenido político. Como finalmente no van a leer la carta por estos motivos y  con permiso de mi interlocutora, me permito compartirla sabiendo que no hay nada de política en absoluto, pero sí de denuncia de la violencia, sea con quien sea…

En cualquier caso, futuros psicólogos, aquí están mis mejores consejos después de 20 años de experiencia a nivel internacional…

Lo siento pero no puedo. Lo he intentado, pero no puedo.

Hoy tenia que estar con vosotros compartiendo este momento, pero los acontecimientos ocurridos estos últimos días no me lo han permitido. Quizás éste sea un buen punto de partida para introducir uno de los aspectos más importantes, si no fundamentales, de un buen psicólogo: la sensibilidad.

La sensibilidad, la misma sensibilidad que me tiene con el corazón en un puño desde que viera tanta violencia indiscriminada el pasado domingo. La misma sensibilidad que me provoca una intensa mezcla de emociones que estoy intentando gestionar. La sensibilidad que me atenaza la garganta con un nudo, independientemente de que la terrible represión policial la hayan realizado en Cataluña o en cualquier comunidad autónoma del país en el que resido. Hubiera sentido exactamente lo mismo si los protagonistas de esa triste estampa hubierais sido vosotros, mis queridos amigos Madrileños.

Esa sensibilidad será vuestra mejor aliada a lo largo de vuestra carrera profesional, os hará grandes profesionales, capaces de detectar ese detalle y ese matiz que necesita una buena relación profesional. Por favor, nunca perdáis esa sensibilidad, llorad con vuestros clientes, sentid su misma tristeza y celebrad con ellos sus logros.

Implicaros con cada paciente. ¡Está sufriendo! Os necesita, necesita de vuestra ayuda y soporte, de vuestra implicación y compromiso, de vuestra empatía y vuestra compasión mucho más allá que la sesión de los jueves a las seis.

Cada vez que entras en una consulta o en una empresa, has de priorizar las necesidades del paciente o cliente en vez de las tuyas. Tu paciente ha depositado su confianza, sus expectativas y su esperanza en ti. Lo siento, ejercer de psicólogos no es una profesión apta para pusilánimes.

Sé que implicarse en cada caso tiene un elevado coste emocional para el profesional, pero no hacerlo lo tiene para el paciente. Cuidad de vosotros, recargar vuestra energía, gestionar la fatiga por compasión, esa terrible enfermedad profesional que nos acompañará a lo largo de nuestra carrera profesional. Pero no eludáis la responsabilidad que libremente habéis adquirido con el ejercicio de vuestra profesión.

Tenemos que descansar, que regenerarnos. Entregarnos y recuperarnos. Aquel que vive a medias, aquel que trabaja a medias, sólo será un profesional a medias. Vive y trabaja intensamente, pero prevé, de la misma manera, un momento y un espacio para regenerarte y gestionar las emociones con las que estás trabajando. Algunos psicólogos tan solo van a trabajar, otros son grandes profesionales felices y orgullosos de su trabajo.

Sé que es difícil, pero aquí os introduzco otro de los requisitos básicos de un buen psicólogo: la humildad. La humildad de saber reconocer que somos personas, no superhombres ni supermujeres y que a veces tenemos que dar un paso atrás o al lado para atender a lo que sentimos y pensamos, sin ignorar el mensaje que tiene que darnos esa sensibilidad tan necesaria e importante para el correcto desempeño de nuestra labor.

La humildad para reconocer que no lo sabemos todo y que no podemos parar de estudiar y de aprender. Destina un rato, cada día, para aprender. Cada año me compro diferentes manuales de psicología, a menudo los de la UNED y cada día voy consultando, repasando y actualizándome.

La humildad para no precipitarnos en nuestros juicios y diagnósticos, para no juzgar lo vivido, pensado o sentido por nuestros clientes, la humildad que nos va a impulsar a ganar en perspectiva, en cuestionarnos con actitud crítica lo que estamos viendo, la humildad, la misma humildad, que nos hará grandes profesionales al servicio de personas que están sufriendo.

No quiero alargarme mucho más, pero no querría acabar sin hablar de otro de los grandes pilares de un buen profesional: el rigor. Practica tu profesión con rigor, con el rigor que nace del más profundo de los respetos hacia la profesión y hacia el cliente. Vivimos en un mundo donde queremos tener notoriedad, donde nos vendemos por un minuto de gloria, donde somos capaces de decir cualquier tontería para poder acallar un ego fuera de control y, queridos, los psicólogos no estamos exentos. He escuchado a compañeros decir auténticas barbaridades en nombre de la psicología, tonterías sin sentido que acaban provocando que la gente menosprecie la gran labor que realizamos.

Medid vuestras palabras y recordad que la psicología es una ciencia y que, por poner un ejemplo, sabe que nuestro cerebro reside en un cuerpo, un cuerpo que interacciona con él y que por lo tanto lo determina. Cada vez que un psicólogo asegura que la mente lo puede todo, está incurriendo en un grave sesgo, contribuyendo a que las personas que han depositado en él su credibilidad y confianza, esgriman tal insensatez como justificante de cualquier cosa.

Rigor, queridos, rigor y autoexigencia con respeto a las aportaciones más rigurosas de la psicología.

Podría seguir, me gustaría seguir, pero me sabe mal tener a alguien leyendo esta carta durante mucho rato más.

Por favor, aceptad mis disculpas. Hace algunos meses, veía ilusionado cómo María transformaba su desencanto por no poder tener un acto de graduación en una acción positiva y constructiva como era organizarlo. Transformar la frustración en algo constructivo es digno de admiración ya que lo más fácil es quedarse instaurado en la queja y la ira.

Con ese espíritu constructivo y con una disculpa me gustaría desearos que tengáis una buena carrera profesional, que la ejerzáis a fondo y que podáis aprender de cada contratiempo o adversidad, para que algún día, en ese proceso de crecimiento profesional, cuando miréis atrás, podáis ver que de cada contratiempo aprendisteis una lección que os hizo más bellos y mejores personas.

Prometo compensaros. Cuando todo esto pase y esté más calmado, vendré encantado a Madrid a dar una charla para vosotros a cambio de unas porras con chocolate, eso sí!

Todo lo mejor!

Tomás

Feliz 2018!!!

dsc08532

Sí, has leído bien. No me he equivocado al escribir la fecha. Te deseo que tengas un feliz año 2018 y un productivo 2017. ¿Quieres saber por qué? Pues porque los grandes logros, no se consiguen de manera inmediata ya que requieren de un proceso. Puedes conseguir todo aquello que te propongas, pero no puedes olvidar que tienes que trabajar para conseguirlo.


Dedica el 2017 a trabajar por aquello que deseas, a dar el primer paso que teimg_5247 acerque a tu sueño, a transformar tus ideas en acciones, tus sueños en proyectos y tus proyectos en realidades. Pasamos demasiado t
iempo dejándonos mecer por el dios de las ensoñaciones y mientras soñamos no hacemos nada para acercarnos a nuestro anhelado deseo.
¡Pues ya está bien de tanto soñar! ¡Pasa a la acción! Plantéate el 2017 como el año en el que darás el primer paso, el año en el que empezarás a trabajar para conseguir vivir tu sueño, el año en el que por fin diste un giro a tu vida.

kintsukoroi

El 2017 va a ser un año muy especial para mi y deseo que para ti también lo sea. En unos días entraremos en el año que jamás olvidaré ya que publicaré mi segundo libro, Kintsukuroi, el arte de curar heridas emoc
ionales. El 7 de marzo estará disponible en las librerías, pero lo realmente importante es que este proceso que se verá culminado en marzo, empezó a labrarse en la primavera del 2016.

 Dedica el 2017 a trabajar en lo que más deseas y verás como el 2018 será un año magnífico que nunca olvidarás. Trabaja intensamente y piensa, ya que la acción sin dirección no sirve para nada.

Trabaja y si en algún momento desfalleces, no dudes en enviarme un mail ya que estaré encantado de animarte en la bella empresa que es tomar el control de tu vida.

Por cierto mientras trabajas no olvides de disfrutar de tu trabajo, de tus pequeños logros así como de las oportunidades que te vaya brindando la vida. Disfrutar el camino es igual de importante que disfrutar del destino. Enriquece tu vida, busca oportunidades para celebrar la vida, añade micromomentos de felicidad en tu día a día y no dejes de sonreír siempre que puedas.

Querido, querida, el 2017 será para mi un año de viajes, intenso en emociones y en encuentros y deseo, de todo corazón, que uno de esos encuentros sea contigo y podamos poner cara a la amistad virtual que tenemos.

 ¡Feliz 2018 y productivo 2017!

 

Empieza septiembre

setembre-news

¡Ya estás aquí!

Me encanta el mes de septiembre por muchos motivos. ¡Y a ti también tendría que encantarte!

Septiembre es el inicio de una nueva etapa y cuando da inicio una nueva etapa siempre es motivo de alegría. Cada principio es una nueva oportunidad.

Yo, en septiembre, me voy a comprar una libreta nueva, una agenda escolar, colores y a veces… ¡Incluso un estuche! Algunos compañeros de profesión dirían que me quedé anclado en una etapa de mi infancia, que tengo algún trauma pendiente o que necesito madurar. Y a pesar de que no tienen la más mínima pizca de razón, he de reconocer que sigo luchando cada día por mantener vivo el niño que fui y que no quiero perder.

No es fácil. La vida no es fácil. Mantener ese espíritu vital, curioso e infantil cuesta trabajo… ¡Pero lo hago encantado!

Pues eso, que me despisto, ya estamos en septiembre, yo ya tengo mi material nuevo preparado y la mejor de mis actitudes para recibir todo lo bueno que me depare este mes de septiembre; aunque, entre tu y yo, he de reconocer que no ha empezado demasiado bien. Han eliminado de la parrilla el programa A punto con la 2, han dejado de editar la revista Psicología práctica, tengo una inspección de hacienda, me han sacado una muela y alguna cosita más… Vaya, nada que no le pase al común de los mortales. Ahora bien, este inicio de una nueva etapa también me va a brindar miles de nuevas opciones y oportunidades, todas las que yo mismo voy a buscarme activamente. Estoy trabajando en diferentes proyectos que no sé si verán la luz o no, pero que como no trabaje en ellos, seguro que no la verán; acabo de publicar un curso online en colaboración con La mente es maravillosa con el que he disfrutado mucho y que espero que ayude a aliviar el sufrimiento de muchas personas, en noviembre comparto cartel, de nuevo, en un congreso con uno de mis maestros más admirados: Luís Rojas Marcos, será el 12 de noviembre en Santiago de Compostela y en unos días voy a entregar mi segundo libro titulado… Ups, casi se me escapa, es ultrasecreto, hasta abril del año próximo no podré desvelar nada, pero estoy ultradisfrutando escribiéndolo y estoy seguro que os resultará de ultrautilidad.

Queridos amigos, he de confesar que la mala suerte existe, la buena no la tengo tan claro, pero de lo que sí que estoy convencido de que existe son los resultados. Siempre, tienes que ir a tope, a máximos, para conseguir que tus sueños se conviertan en realidad… Y cuando así sea, créeme, no será por arte de magia, sino gracias a tu tenacidad.

Querido amigo, querida amiga, te animo a que transformes el agobio del retorno al trabajo en ira y que esa ira sea el precursor de la energía que necesitas para analizar si la vida que llevas te gusta, para ganar cierta perspectiva, para pensar en qué es lo que tienes que hacer para imprimir un giro a tu vida y para pasar a la acción. Si te agobia el retorno a la rutina es porque tienes que hacer algunos cambios en tu vida. Revisa tu trabajo, tu casa, tu pareja, tus actividades de ocio, tus obligaciones autoimpuestas… ¡Revísalo todo! Si todavía no has leído mi primer libro, Fortaleza emocional, te recomiendo que lo leas ya que lo he escrito pensando en ti y en lo que tienes que hacer para vivir la vida que tú deseas. Y si lo has leído, te animo a que lo vuelvas a leer pero con un objetivo en mente: el de llevar todos y cada uno de los conceptos que trato a la práctica.

Este septiembre, querida amiga, querido amigo, tendría que ser el último septiembre en el que te agobie volver a la rutina. Conseguirlo está en tus manos. Te aseguro, y no lo digo con la boca pequeña, ni lo digo por decir, ni por hacer rabia, que ya hace muchos septiembres que no me agobia volver a retomar la rutina, si algún día la tuve. No ha sido tarea fácil, pero tampoco ha sido tan complicado. Si ha de ser algo, ha sido laborioso, pero tampoco creas que ha sido una gesta sobrehumana. No he hecho más que tomar decisiones acordes con mis prioridades, asumir las consecuencias incómodas, trabajar en las negativas y disfrutar de las positivas.

Querido, querida, ten por seguro que yo no tengo ninguna habilidad especial que tu no tengas. Mis amigos dicen que sí, que tengo mucho coraje y valor, y si piensas lo mismo, te tengo que decir que estás equivocado. Yo, al igual que tu, tengo miedo, muchos miedos. Tengo miedo al vacío y al sufrimiento, tengo miedo al fracaso y a la decepción, pero mi mismo miedo me da las alas que necesito y la energía que requiere hacer las cosas con el nivel de exigencia y de coherencia que me permite vivir libre, en paz y en consonancia con mis prioridades.

Querido amigo, querida amiga… ¡Feliz septiembre!… No olvides que tu vida está en tus manos…

Sant Jordi 2016

Si mañana estais por Barcelona, estaré encantado de saludaros y charlar un ratito con vosotros.

rosallibreMe podreis encontrar en:

  • De 11:00h a 12:00h en la Libreria Campus, en la Rambla, 127, cerca de Canaletes
  • De 17:00h a 18:00h,  Libreria Lamas, en la calle Provenza con Rambla Catalunya
  • De 18:00h a 19:00h, en la carpa de la Libreria Alibri, en Rambla Catalunya con Gran Via de les Corts Catalanes
  • De 19:00 a 20:00h en el Corte Ingles, avenida Diagonal, 617

Nos vemos!!!

 

Divendres de TV3 a Puigcerdà.

Avui he tingut el plaer de conversar amb Espartac Peran i Dani Ramírez en el marc incomparable del llac de Puigcerda, pel programa Divendres de TV3.  Aquí us deixo algunes imatges de la tarda.

Hoy he tenido el placer de conversar con Espartac Peran y Dani Ramírez en el marco incomparable del lago de Puigcerdà, para el programa Divendres de TV3.  Aquí os dejo algunas imágenes de la tarde.

Así acabamos una sesión de esquí-coaching

Comparto un pequeño vídeo nacido de una conversación espontánea.

Justo al finalizar una sesión de esquí & coaching, la persona con la que estaba trabajando compartió conmigo lo bien que le había ido la sesión y las emociones tan intensas que había vivido.

 Subimos a la cima de La Tosa d’Alp con pieles de foca en un día soleado. Durante el camino charlamos, le ofrecí recursos para desarrollar su fortaleza emocional y le expliqué los resultados del test que hizo antes de la sesión.

Desde la cumbre de la Tosa la vista era inspiradora y las endorfinas generadas por el ejercicio nos proporcionaban intensas emociones. Después de saborear nuestro logro compartido -y un bocadillo-, empezamos un largo descenso en el que íbamos parando para consolidar los temas tratados.

En una de estas paradas, mi cliente me dijo, que la gente no era capaz de imaginarse la utilidad de este tipo de sesiones, cerradas con el broche inigualable de un descenso entre árboles, cuevas y paredes de roca impresionantes.

Así que me propuso que grabara un vídeo explicándolo y no hay mejor manera de explicarlo que aprovechando la última bajada. ¡Espero que os guste!

Esqui & coaching

Poco a poco nuestras montañas se van vistiendo con su traje de gala blanco. Cuenta la leyenda que al morir Pyrene, Hércules le construyó un mausoleo de montañas y las vistió de blanco dando origen a los bellos Pirineos nevados.

Pues bien, aquí en la Cerdanya ya tenemos todo listo y preparado para empezar la temporada de nieve. Si la montaña en sí es inspiradora imagínatela toda nevada. Imagínate esquiando entre árboles cubiertos de nieve, dando un paseo con raquetas de nieve entre maravillosos lagos, practicando esquí de fondo o ganando metros de desnivel con esquí de montaña.

Imagínate una conversación en la que pongo a tu disposición todos mis conocimientos y experiencias con el objetivo de ayudarte a conseguir tus objetivos. Imagínate inspirado. Imagíname inspiradísimo.

Te animo a que reserves una sesión de esquí & coaching conmigo. Durante una jornada trabajaremos intensamente, sentiremos, pensaremos, analizaremos y trazaremos sobre la nieve una huella que te permitirá sentirte seguro para seguir avanzando por nuevas sendas, por nuevos objetivos, por nuevos retos.

La dinámica es muy sencilla. Todo empieza con un test que te enviaré por e-mail y unas preguntas que te formularé. El día elegido iremos a esquiar en la modalidad que tu prefieras -montaña, alpino o nórdico- o a pasear con raquetas de nieve. Durante toda la jornada iremos trabajando sobre lo que hemos preparado, te enseñaré los resultados del test para que puedas analizar tu proceso de pensamiento y tu personalidad. Sin prisa. Sin pausa. Disfrutando de las vistas. Disfrutando de la experiencia. Disfrutando del bello proceso que es conocerse mejor a uno mismo, ganar seguridad y sentirte más fuerte y más capaz.

Por cierto, no te preocupes, el objetivo de la actividad es que podamos pensar de manera óptima, en ningún caso la actividad física en sí condiciona el proceso… Esquí & coaching no es físicamente exigente ni técnico, siempre nos adaptamos a las posibilidades de cada uno.

Fortaleza emocional en Murcia. Segundas Jornadas de coaching educativo y empresarial.

Era un día caluroso de Junio o Julio, no recuerdo bien. Estaba paseando por Berga, una ciudad con un casco antiguo cargado de historia, cuando recibí una llamada desde Múrcia. Al otro lado del teléfono estaba Lola invitándome a dar una charla en unas jornadas de Coaching Educativo y Empresarial que estaban organizando para el mes de Noviembre.

Cuando me dijeron que las jornadas estaban dedicadas a Bernabé Tierno, no tuve la menor duda y un ´sí’ decidido atravesó montañas, valles y ríos hasta llegar a Múrcia..

Toñi y Lola son dos encantadoras emprendedoras que están abriéndose camino en esto de ayudar a que la gente sea más feliz. Con mucha ilusión y más esfuerzo consiguieron organizar estas jornadas formativas con un éxito total de participación tanto de público como de ponentes.

Fue un placer poder formar parte de esta familia y aportar mi granito de arena. Si estáis en la región de Murcia y os interesa el mundo del Coaching, guardar un hueco en vuestra agenda para las terceras jornadas…