¿Últimamente te sientes como si estuvieras bloqueado? Parece como si todo el mundo estuviera bloqueado. Casi que esta de moda, ¿no? Particularmente no creo que haya aumentado la proporción de personas bloqueadas, más bien, lo que ocurre, es que no sabemos desbloquearnos.
Permíteme que te lo explique un poco más. En general no sabemos desbloquearnos, pero hasta hace poco, hasta antes de la crisis, podíamos gastar parte de nuestro dinero en estrategias distractoras que tenían una función de descarga.
Esta descarga, lejos de romper el bloqueo, lo que nos permite es eliminar un poco la ansiedad, coger algo de aire, reponer fuerzas y lamernos las heridas para poder seguir adelante… Pero claro, ahora el poder adquisitivo ha bajado, el nivel de estrés ha aumentado y nuestras estrategias compensatorias han dejado de ser pagables…
Además el tema se complica cuando nos relacionamos con otras personas, sea la pareja, hijos, vecinos, transeúntes o compañeros de trabajo. Si sumamos nuestro bloqueo al bloqueo de otra persona con la que tenemos que relacionarnos habitualmente, el conflicto esta servido. Entre dos personas bloqueadas las posiciones se radicalizan, las actitudes se enrocan, se culpabiliza a la otra persona y la tratamos de una manera muy negativa creyendo que con ello estamos dándole su merecido a nuestro rival y descargando nuestra mala leche.
En realidad no vas a conseguir nada más que provocar sufrimiento, que tu pareja te abandone, que tus hijos se cansen de ti, que tus vecinos te hagan la vida imposible o que te despidan del trabajo por tener una actitud negativa.
Es posible que no puedas salir de aquí a no ser que ganes en perspectiva, pero a menudo disponer de dicha perspectiva no será posible a no ser que intervenga un mediador. Un mediador es una persona con una gran capacidad de análisis, con un exquisito trato y capaz de abrir canales constructivos de comunicación entre las partes. Puede ser un amigo, un familiar, un compañero o incluso un profesional.
En muchas ocasiones, tan solo ha bastado con hablar de manea constructiva, abandonar los reproches y escuchar. Créeme cuando te digo que muchas parejas no tienen ningún otro problema más que no hablan. ¿Cuantas conversaciones pendientes he visto entre parejas hechas el uno para el otro?
Busca un mediador que te ayude, una persona independiente de las partes y respetada por las mismas que te permita ganar esta perspectiva y solucionar el conflicto que tienes, el conflicto que posiblemente estés provocando… Media, intercede, comprende y aprende a relacionarte en positivo, de una manera constructiva y sin castigar ni hacerles pagar tu bloqueo a las personas que te rodean…
Pero volvamos a lo nuestro a ver si aprendemos alguna manera efectiva para desbloquearnos. ¿Debemos seguir adelante por un camino incierto? Como dice un antiguo proverbio alemán ¿de que sirve correr mucho si no estás en la carretera adecuada?
Pues así vamos, en un camino incierto y sin capacidad para descansar y recuperarnos. Quizás ha llegado el momento de pensar de una manera diferente, de cambiar de estrategia o de buscar nuevos enfoques y recursos.
No sigas esperando, no sigas haciendo lo mismo, rompe tu bloqueo, tu bloqueo emocional y tu bloqueo relacional…