¿Qué ha supuesto para ti el año 2013? ¿Has conseguido tus objetivos? ¿No me digas que no tenías unos objetivos claros y definidos?
El cambio de año es una oportunidad para cerrar un ciclo y abrir uno nuevo. A menudo realizamos declaraciones de intenciones y buenos propósitos para el ciclo que comienza y nos olvidamos de algo mucho más importante: de analizar y cerrar el ciclo que termina.
Te animo a que dediques un tiempo a realizar un balance del año que has cerrado. Analiza cómo has vivido este 2013, cómo te has complicado la vida y cómo has disfrutado de tu tiempo. Analiza cómo has vivido este año y aprende… Aprende…
Que pase un año más no sirve de nada si no aprendes de las experiencias que has tenido. A menudo utilizamos un mecanismo de defensa que consiste en proyectar en otras personas o en circunstancias ajenas a nosotros la causa, origen o responsabilidad de lo que nos ocurre.
Este mecanismo de defensa nos permite vivir más tranquilos y felices. Pero solo aparentemente. En realidad, no nos permite aprender de lo que nos ocurre. Si todo lo que te pasa es culpa de otros, es por mala suerte o no depende de nosotros; la vida es más fácil… No tenemos responsabilidades, adoptamos un papel pasivo o victimista y esperamos que la vida se solucione gracias a un golpe de suerte o por acción de la fortuna.Pero si analizamos la realidad, sin castigarnos, sin engañarnos y asumiendo nuestras responsabilidades podremos aprender y no repetir los mismos errores en el 2014.
¿Ya has analizado el 2013? Ahora ya estás en disposición de plantearte unos objetivos para el 2014. ¿No ves claro definir unos objetivos? ¿Cómo puedes saber si has llegado a tu destino si no lo defines previamente? ¿No sabes por dónde empezar? Yo te ayudo…
Dale un sentido a tu vida, a lo que haces y a lo que sientes. ¿Cómo quieres que sea tu vida? Elige la vida que quieres tener y toma las decisiones necesarias para conseguirlo. Vive de acuerdo a tus objetivos. Se coherente.
Sueña, no te limites. Conozco a muchas personas que estaban limitadas por unos esquemas rígidos autoimpuestos. Transforma los sueños en objetivos. Define unos objetivos realistas, que impliquen un esfuerzo, pero no sufrimiento. Plantea unos objetivos que sean adecuados para ti, independientemente de presiones de otras personas y estereotipos sociales.
Presta especial atención a que tus objetivos sean compatibles entre si. A veces nos creemos superhéroes capaces de hacer más cosas de las que en realidad podemos hacer. Transforma los objetivos en un plan de acción y empieza a trabajar. No ceses en tu propósito, pero recuerda que has de ser capaz de abandonar a tiempo una quimera.
Empieza el 2014 libre de cargas. Perdona las ofensas que te han realizado, a las personas que te han herido y a las personas con las que estás en conflicto. Aprende de la experiencia y perdona, quizás debas dejar de ver a una persona que te maltrata, quizás tengas que romper el contacto con alguien que te está haciendo chantaje emocional…
Algunas personas no entenderán que lo hagas, no pasa nada, si están emitiendo un juicio a partir de una información parcial no esperes que se muestren empáticas contigo… Pero sea cuál fuere el caso no dejes de hacer lo que crees por lo que dirán otras personas. Perdona, no cargues con rencor ni odio… El principal perjudicado eres tú, créeme. Aligera tu equipaje. Aprende y perdona.
Revisa tu casa, tus posesiones, tus amigos… Analiza lo que ya no tiene sentido que sigas manteniendo o guardando. Aligera tu equipaje, cuenta solo con lo necesario… Todo lo que es accesorio te enlentece y entorpece. Limita tus ataduras, racionaliza tu consumo, aprende a que menos es más.
Conéctate al mundo que te rodea. A tu pareja, a tus hijos, a tus amigos y a las personas que viven cerca de ti. Conéctate al mundo. Muéstrate sensible a las personas que te rodean y a sus necesidades, no vives solo, incorpóralos a tu universo.
Vive de una manera virtuosa. Vive respetando a las personas que te rodean y sé un ejemplo para tus hijos y amigos. Vive siguiendo unos valores humanos. Gana en empatía, compasión, equilibrio, solidaridad y justicia… Implícate en tu vida, implícate en tu comunidad. Destina una parte de tu tiempo a colaborar en una causa aunque no tengas nada mas a cambio que una sonrisa, que una emoción positiva, que una satisfacción intima y personal. Pon tu talento a disposición del bien común.
Suda cada día, incorpora la actividad física a tu día a día. Haz deporte, camina, baila, nada o monta en bicicleta. Haz lo que quieras pero muévete. Come equilibradamente y escucha a tu cuerpo. Reencuéntrate con él.
Adopta un estilo de pensamiento positivo y constructivo, estimula tu mente, lee, habla, canta…ejercita tu inteligencia, debate, interacciona, hazlo en sociedad… Ábrete a la experiencia y al mundo, aprende habilidades nuevas, estimula tu curiosidad por aprender, concéntrate en el presente, sin entristecerte por el pasado y sin angustiarte por el futuro.
Céntrate en lo que estás haciendo, presta atención plena, no hagas más de una cosa a la vez. Cuando comas disfruta de la comida, cuando descanses disfruta de descansar, cuando trabajes no pienses en estar en casa, cuando estés en casa no pienses en el trabajo.
Ahora ya estás en disposición de definir tus objetivos para el 2014. Créeme, sigue mis consejos. Bueno no son míos, no me lo he inventado yo. Forman parte de los resultados de las investigaciones de la psicología positiva, la ciencia que se dedica a estudiar cómo conseguir que las personas seamos más felices.
¿Quieres saber más? ¿Te ha sabido a poco? Lee a Seligman, Csikszentmihalyi, Peterson, Diener o Ben-Shahar entre otros. Lee, cada día… Vive… Cada día… Ríe… Cada día…
¡Que el 2014 sea el mejor año de tu vida hasta el momento!